El Blog de Nela

Perdonarse a uno mismo: ¿por qué nos juzgamos?

Perdonarse a uno mismo: imagen de una mujer sentada en la playa contemplando el mar

El hecho de no perdonarse a uno mismo tiene consecuencias negativas en varias áreas de nuestra vida. Descubre cómo cambiarlo en este artículo.

En este artículo voy a hablar sobre el perdón, pero del perdón a nosotrxs mismxs.

¿Por qué nos juzgamos? Por qué no somos capaces de perdonarnos?

Mientras no nos perdonemos nos seguiremos castigando, y esto nos perjudica en nuestra vida, es decir en nuestro presente.

Es posible que se hayamos actuado mal, pero no hay por qué continuar reviviendo esa situación y avivando nuestra herida, es decir no hay que volver a traer a nuestro presente lo que hicimos mal en nuestro pasado, lo pasado pasado está y hay que perdonarse YA.

El riesgo de no perdonarse a uno mismo

Si no nos perdonamos por lo que hicimos, esta falta de perdón, nos perjudica tanto a nostrxs como a las personas que nos rodean, es decir hay que liberarnos de la carga que nos supone el hecho de no perdonarnos.

Es posible que no nos perdonemos de forma inconsciente, pero el hecho de no perdonarnos nos perjudica, y nos condiciona la forma en la que vivimos nuestro presente, ya que nuestros pensamientos nos vinculan y llegan a esclavizarnos. Los pensamientos nos provocan sufrimiento y no nos permiten que nos perdonemos y que por tanto, podamos vivir con paz interior. Además si queremos seguir evolucionando hay que perdonarnos, ya que si no difícilmente podremos conseguir avanzar.

Cómo cambiarlo

Lo primero que hay que hacer para empezar con el perdón, es entender que la situación fue la que ya conocemos, y que no podríamos haberlo hecho mejor, ya que las circunstancias de aquel momento nos llevaron a actuar de esa forma, nos guste o no. Es decir, hay que intentar ver esa situación de otra forma, como si en ese momento lo que hicimos fue lo único que podríamos haber hecho, pero sin victimizarnos. Es decir si nosotrxs pensamos me perdono, pero “qué mal lo hice”, en ese caso el perdón, no nos servirá, ya que nos estaremos victimizando, y no será un perdón real, lo que hay que hacer es pensar que ante una situación compleja como la que vivimos en su momento lo hicimos lo mejor posible, es decir lo mejor que pudimos y/o supimos.

Hay que perdonarnos y seguir hacia delante, ya que nuestros pensamientos nos esclavizan, y por tanto, estar pensando todo el rato en lo que pasó no nos conviene, ya que estamos dándole fuerza a esa situación, y en lugar de olvidarla, la alimentamos, es decir estos pensamientos nos perjudican, así que hay que hacer un cambio dentro de nosotrxs y evolucionar. De hecho nuestra conciencia sabe que hay un peso que nos esclaviza, y que tarde o temprano hay que perdonarse. Este peso es negativo y puede provocar una enfermedad.

Hay que ver el perdón como un regalo, ya que con el perdón es como si nos quitásemos un peso de encima que nos está aplastando día tras día, y que cada vez se hace más y más pesado. Ya que el resentimiento nos pesa, es decir supone una gran carga.

Para poder vivir en paz, no tenemos que tener cosas que sean imperdonables, ya que eso nos daña y no nos ayuda en nuestra vida, ya que nosotrxs lo que queremos es poder vivir felices, en paz, y para ello perdonarnos, y también perdonar a otras personas, es fundamental.

Perdonar no es olvidar

Hay que tener en cuenta que perdonar no significa olvidar, ya que para poder aprender algo de aquella situación efectivamente hay que perdonarse, pero no olvidarla, ya que si lo olvidamos, en un futuro ante una misma situación podríamos volver a actuar de la misma forma que nos ha provocado ese malestar, y el tener que volver a perdonarnos por ello. Es decir, hay que olvidar ese daño que hicimos, o que nos hicimos a nosotrxs mismxs, pero no olvidar esa experiencia, para evitar, así, que esa misma situación vuelva a producirse.

Si nos perdonamos sin victimizarnos, nos daremos cuenta que esa situación pierde fuerza y de que nuestra paz interior, esa paz que todxs ansiamos empieza a formar parte de nuestra vida.

Hay que perdonarlo todo, ya que si tenemos cosas que consideramos imperdonables, éstas nos esclavizan y nos perjudican a nosotrxs y a todas esas personas a las que tanto queremos. Por tanto, por favor hay que ejercitar ese perdón hasta que consigamos liberarnos de esa carga y finalmente perdonarnos.

Conclusión

Una persona que quiere perdonarse o perdonar, no hay que verla como una persona débil, si no todo lo contrario, es una persona muy fuerte, una persona que se siente responsable de sí mismx, y que quiere vivir su presente en paz. Las personas que no perdonan, son personas que normalmente viven en el rencor, en la envidia, que son conflictivas, pero no son conscientes de que el daño en última instancia se lo están haciendo a ellxs mismxs, y de que eso no les va a ayudar en nada en sus vidas.

Os recomiendo que penséis en aquella o aquellas situaciones que os suponen una carga, y que penséis en ella/s y os repitáis interiormente que no pudiste hacerlo de otra forma, y que te perdonas por ello. Si tenéis que perdonar a otra persona, también podéis extrapolarlo a ella, es decir, la perdono, por que no podía haberlo hecho de otra forma, y/o no supo hacerlo de otra forma.

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